Durante el verano, e incluso unos meses antes, muchas
personas procuran broncearse para así poder lucir un “buen color” en la playa. Sin embargo, hacerlo
sin tomar las debidas precauciones puede traer como consecuencia serios problemas para la
salud. Tanto los rayos solares como las lámparas UV pueden ser
peligrosos y causar:
. Cáncer de piel.
. Trastornos oculares.
. Debilitamiento del sistema
defensivo para combatir las enfermedades.
. Manchas en la piel de aspecto desagradable,
arrugas y piel curtida.
Es por ello que, a continuación, te doy una serie de consejos para no poner nuestro cuerpo en riesgo, sobretodo en los siguientes casos:
- Niños.
- Piel blanca pálida.
- Pelo rubio, rojo o castaño.
- Personas que alguna vez han
recibido tratamiento contra el cáncer de piel.
- Personas que padecen alguna enfermedad. En este caso, es necesario que consulte a su médico.
- Personas que padecen alguna enfermedad. En este caso, es necesario que consulte a su médico.
- Personas que se encuentran
tomando medicamentos. En este caso, también debe consultar con su médico
Recomendaciones:
Permanezca a la sombra
Evite los rayos solares entre las 10 y las 16 hs. Si el día está
nublado, no se confíe, pues los rayos pueden atravesar las nubes.
Cubra su cabeza con un sombrero
Un sombrero de ala ancha ayuda a defender del sol el cuello, los oídos,
los ojos y la cabeza.
Use anteojos para sol Compre únicamente anteojos para sol con un sello que garantice que los
lentes pueden bloquear entre el 99 y el 100 por ciento de los rayos solares.
Proteja su cuerpo
Mientras esté bajo el sol use ropa liviana; que pueda cubrir todo el
cuerpo, pueden usarse camisas con mangas largas y pantalones o faldas largas.
Métodos artificiales para broncear
la piel
Los cosméticos bronceadores son aplicados para darle a la piel un tono oscuro. En ocasiones el color puede ser removido con agua y jabón y otras veces desaparece en
unos pocos días. Pero, en ningún caso, estos productos son aptos para proteger la piel contra el sol.
No resulta conveniente utilizar lámparas de rayos ultravioletas ni
camillas bronceadoras.
Examine su piel regularmente en busca de señales de cáncer de la piel
Observe cambios en el tamaño, forma, color o volumen de lunares,
verrugas, manchas en la piel o marcas de nacimiento. Si nota algún cambio o tiene partes doloridas que no
sanan, consulte a su médico lo antes posible. Además:
• Observe alrededor de su nuca y
su cuero cabelludo con la ayuda de un espejo.
• Examine su cuerpo en el espejo
tanto de frente como de espalda y a ambos lados.
• Doble sus codos y observe
debajo de su brazos.
• Mire la parte posterior de sus
piernas y sus pies.
Use protector solar
Los protectores solares son productos de uso externo que contienen
sustancias físicas y/o químicas que actúan como barrera protectora de la piel a las radiaciones solares.
Constituyen una defensa de primera línea, siempre que reúnan condiciones necesarias seguridad y
calidad.
Estos productos son clasificados según el Factor de Protección Solar
(FPS), que identica la protección que ofrece contra los rayos UV, acorde al tipo de piel. A mayor número de
FPS, mayor protección.
Es importante la elección del factor de protección a utilizar para el
rostro y el cuerpo teniendo en cuenta el tiempo de exposición. Además, el hecho de conocer el tipo de piel
ayuda a escoger el producto adecuado.
En la cara posterior del embalaje deberá constar la explicación del
factor de protección solar del producto. Generalmente, conviene utilizar un protector solar con un FPS 15, como
mínimo, y tener en cuenta lo siguiente:
- Aplicar el protector solar en
la piel 30 minutos antes de exponerse al sol.
- No olvidar colocarse el
protector solar aún en las partes sensibles como partes calvas de la
cabeza, orejas, cuello, nariz, empeines
de los pies y manos.
- Usar también protector labial.
- En caso de niños menores de 6
meses, consultar con el médico sobre la conveniencia de su aplicación.