Relato Romantico: (El autor puede llamarnos para solicitar su Picardías Totalmente Gratis, no podemos poner el nombre del ganar puesto que se trata de un concurso anónimo con el fin de garantizar la privacidad de la historia)
Seré breve y os contaré algo romántico que hice
para que podáis sorprender a vuestra pareja.
Cuando llevas mucho tiempo con alguien se acaban los regalos materiales pero nunca los regalos originales. Todo es pensar cuanto tiempo y esfuerzo merece tu pareja.
Uno de los regalos más impactantes para mi pareja fue cuando al salir ella agotada del trabajo, "en un centro comercial", vio en el parking su coche lleno de posits pegados con forma de corazón que ponían te quiero. Luego me escondí detrás de un coche y ví la cara que puso sin que me viera. Ella empezó a despegarlas y a mirar a todos los lados. Cuando tu quieras puedes aparecer, en mi caso fue de forma sigilosa y por la espalda como en las películas.
Algunos inconvenientes... 1 hora buscando el coche por el parking del centro comercial y la vergüenza de como te miran los coches de alado cuando estas pegando las notas.
Si lo hacéis, recordar llevar los posit con los te quiero escritos en casa sino más tiempo pasando vergüenza mientras escribes y pegas. jeje.
Seguramente si tu pareja lo piensa detenidamente se dará cuenta de que una cosa que parece tan sencilla tiene un gran esfuerzo detrás y le dará un gran valor a este pequeño y sencillo regalo.
Cuando llevas mucho tiempo con alguien se acaban los regalos materiales pero nunca los regalos originales. Todo es pensar cuanto tiempo y esfuerzo merece tu pareja.
Uno de los regalos más impactantes para mi pareja fue cuando al salir ella agotada del trabajo, "en un centro comercial", vio en el parking su coche lleno de posits pegados con forma de corazón que ponían te quiero. Luego me escondí detrás de un coche y ví la cara que puso sin que me viera. Ella empezó a despegarlas y a mirar a todos los lados. Cuando tu quieras puedes aparecer, en mi caso fue de forma sigilosa y por la espalda como en las películas.
Algunos inconvenientes... 1 hora buscando el coche por el parking del centro comercial y la vergüenza de como te miran los coches de alado cuando estas pegando las notas.
Si lo hacéis, recordar llevar los posit con los te quiero escritos en casa sino más tiempo pasando vergüenza mientras escribes y pegas. jeje.
Seguramente si tu pareja lo piensa detenidamente se dará cuenta de que una cosa que parece tan sencilla tiene un gran esfuerzo detrás y le dará un gran valor a este pequeño y sencillo regalo.
Relato Divertido: (El autor puede llamarnos para solicitar su Disfraz Totalmente Gratis, no podemos poner el nombre del ganar puesto que se trata de un concurso anónimo con el fin de garantizar la privacidad de la historia)
El otro día fui a casa de mi
novia. Sus padres no estaban y yo solo había ido a recogerla para salir. Fuimos
a la cocina vieja (vive en una casa molinera) para ayudarla a bajar una
garrafas. Allí subida no pude más y le dí un mordisquito en su culito. Aunque
se quejó, luego fui subiendo hacia sus pechos para juguetear con ellos.
Rápidamente estábamos bajándonos los pantalones, para frotarnos un poquito,
para luego rematar bien la faena. Y allí estaba, en el suelo con mi chica
poniéndome a mil, cuando de repente oímos la voz de su madre entrando en casa.
A toda velocidad nos fuimos subiendo los pantalones. Ya estaba en el patio
cuando subí la cremallera y pasó lo que os imagináis: me pillé todo el bulto y
grité en el tono más agudo de mi vida. Su madre se acercó a la puerta y me
preguntó porqué gritaba. Me había tapado con el jersey, que gracias a dios
había llevado largo, y dije: ¡Esta boba de tu hija que me ha pisado! -Siéntate-
me dijo. -No,no, que ha sido el susto- Los dos estábamos rojos como tomates y
yo tapándome con las manos el bulto, que me dolía una burrada. -¡Siéntate
hombre, que estás todo rojo!- como para no estarlo. -No, tranquila que se me va
pasando.- Mi novia se la llevó distraídamente, y pude ver el estado de mi
miembro. Aunque estaba rojísimo no tuve herida, porque sino no se que
hubiéramos hecho... Y así me fui, cojeando de su casa, habiendo experimentado
algo mas parecido a American Pie que a una escena de sexo. Además de no tener
cura de mi chica, me fui con bronca por haberla calentado y un dolor que tardó
días en quitarse.
Relato Erótico: (El autor puede llamarnos para solicitar su Body Totalmente Gratis, no podemos poner el nombre del ganar puesto que se trata de un concurso anónimo con el fin de garantizar la privacidad de la historia)
Voy a contaros una historia real que me ocurrió
hace ya unos años en una playa nudista, una situación muy morbosa. Estaba en Fuerteventura, hace 8 años, a
finales de Mayo, en una playa, con mi marido. Íbamos a esa playa, entre otras
razones, por que estaba casi siempre desierta, y por ser nudista. Fue de las
primeras veces que los dos hacíamos nudismo en la playa. Un día, estábamos en la playa, desnudos, y
casi solos, las personas más cercanas estaban a unos 50 metros , y vimos que una
pareja venia andando hacia donde nosotros, pero se pararon y plantaron sus
toallas a unos 20 metros
o así. Se desnudaron, y de una mochila que llevaban sacaron una sombrilla como
la nuestra, y se pusieron a montarla. Dada mi experiencia (que me las pase
putas el día que la monte por primera vez), le dije a mi marido que íbamos a
pasar un rato divertido viéndolos, dado que se les veía que era su primera vez.
Tras unos 10 minutos de intentos y una medio discusión con su pareja, el chico
se tumbo en la toalla boca abajo y se desentendió del tema, entonces la chica
se puso manos a la obra. Pero con los mismos resultados. Ya algo desesperada,
miro hacia nosotros, y se vino andando. Cuando llego, empezó a hablarnos en
inglés, pero desafortunadamente (o no), no hablamos, por lo que las señas era
la única manera de entendernos, y no había manera. Entre tanto, obviamente pude
ver a la chica bien, y de cerca, estaba rellenita, pero su cuerpo era muy
apetecible, gordas tetas, buenas curvas, guapilla y con pelo rubio rizado
(arriba y abajo). Pero que muy follable estaba la chica y el chico... ya ni os
cuento! :) Así que me fui a ayudarlos. Me levanté, y haciéndole una señal me
puse a caminar hacia su sitio, el chico se puso al lado mío y se puso a caminar
a mi lado, sin parar de hablar y yo sin entenderlo una palabra. Mientras
caminábamos, el morbo empezó a dar vueltas por mi cabeza, me preguntaba lo que
estaría pensando mi marido viendo que me iba con el y los dos en pelotas.
Llegamos, extendí la sombrilla, metí las varillas por su sitio, y por último me
dispuse a clavar las varillas de acero a la arena. Cuando el me vio, se puso a
hacer lo mismo por el otro extremo de la sombrilla. Mi temperatura corporal,
para entonces estaba bastante alta. Mientras que hacia todo, el siempre estaba
frente a mi, hablándome y fijándose en lo que hacia y como lo hacia, mientras
yo me fijaba en otras cosas que ya imagináis. Las varillas que decía antes son
largas, de mas de un palmo, y conviene clavarlas bien al suelo para que el
viento no se lleve la sombrilla, y yo las clavaba poniéndome en cuclillas, y
apoyando su extremo en míos manos, dejar caer sobre ella todo mi peso para que
se clavara lo más profundo posible. Y llegó el momento clave, quedaban solo dos
varillas por clavar, una para el y la otra para mi, y los dos en la misma
posición, al a vez. De pronto levanto la mirada y lo veo en cuclillas, como yo,
con las piernas abiertas, como yo, con su polla súper tiesa y mis labios no
precisamente de la cara colgando perfectamente visibles, yo lo miré y el
también levantó la mirada, y claro, lo primero que izo fue la intención de
acercarse... pero puso cara de absoluto asombro. Baje mi mirada y el me siguió
mirando un rato, recuperó las formas, yo igual por la vergüenza que estaba
pasando, y me fui para donde mi marido con mi calor y mis ganas de todo... ¡que
morbazo!
Relato + votado: (El autor puede llamarnos para solicitar su Corset Totalmente Gratis, no podemos poner el nombre del ganar puesto que se trata de un concurso anónimo con el fin de garantizar la privacidad de la historia)
Era una noche noche como otra
cualquiera, en una ciudad en fiestas, la verdad es que no me apetecía salir
pero mi compañera de piso insistió hasta que logro que me levantara a
arreglarme. Nos fuimos hasta un bar donde
ella había quedado con unos conocidos, la verdad es que parecía lo mismo de
siempre, hasta que entre todos ellos divise a un hombre que parecía más una
fantasía. La verdad es que tenía el cabello oscuro y unos ojos color miel
impresionante, creo que llegue a ruborizarme al ser descubierta mientras le
observaba cautivada por su halo de misterio.
Tras tomar algo y bailar un rato, nos dirigimos a una plaza donde
transcurría la fiesta, note el roce de su mano sobre la mía para entrar allí,
solo deseaba que no acabará aquel instante. Todos se detuvieron entre toda
aquella multitud de gente, aunque para mi ya no había nadie más, solo un
extraño que con el tacto de su mano me hacía enloquecer, por un minuto me
imagine que sería sentirlo dentro de mí.
Mientras veíamos el desfile se coloco detrás de mi sujetando con fuerza
mi cintura contra la suya, podía notar que el estaba tan excitado como yo, me
susurro al oído que confiara en el y así lo hice. Poco a poco me llevo con el
hacía una zona menos transitada, mi corazón se aceleraba por momentos, solo
quería estar con él; el mundo ya no importaba. De repente me apoyo contra la
pared y sus manos fueron subiendo por mis piernas hasta llegar a mi culo, al
notar el liguero de debajo de mi falda esbozo una sonrisa picara, justo antes
de besarme. Fue una sensación única, un beso tan dulce y a la vez pasional que
logro que mi cuerpo fuera recorrido por un millón de mariposas. Hacía rato que había perdido a mi compañera
de piso, pero tampoco me preocupo demasiado, yo estaba en manos de un ángel
caído del cielo que me estaba transportando a un mundo lleno de sensaciones.
Mientras intentaba pensar como nos habíamos apartado del grupo hasta aquel
rincón note el roce de sus labios bajando por mi cuello, y mi cuerpo iba
acalorándose cada vez más, mientras su mano masajeaba suavemente mi sexo sobre
mi braguita. Todo aquello no parecía real, ni siquiera sabía su nombre, pero
todo daba igual, para entonces note como suavemente retiro mi ropa interior
para suavemente penetrar en los más profundo de mi ser con gran delicadeza. Era
una un calor intenso, notaba su dureza dentro de mi, entonces comenzó a
envestir con fuerza mi cuerpo, yo me estremecía aunque me tenía agarrada con
sus fuertes manos por la cintura, todo fue intenso, estaba exhausta llena de pasión,
creo que nunca había sentido lo de aquella noche había tenido un orgasmo de tal
intensidad que me había dejado agotada. Notaba su dulce aroma a canela, me beso
tiernamente en la frente y cuando abrí los ojos no había nadie. No podía ser, como algo tan intenso había
desaparecido entre mis brazos, no podía ser un sueño, me negaba a creerlo, me
coloque la falda bastante confundida con lo ocurrido. Decidí ir en busca de mi
amiga, cuando llegue hasta ella le pregunte si conocían aquel hombre
maravilloso con el que me había perdido, no podía darme muchas explicaciones
solo que lo habían visto conmigo. Ante tal desconcierto, no me apetecía seguir
la fiesta, así que me fui hacía casa, de camino, no podía dejar de pensar en él
incluso seguía notando en mi su aroma. No quería que desapareciera pues era lo
único que tenía de él, gire la esquina para ir hacía mi portal cuando lo ví,
estaba allí de espaldas a mi como si esperara a alguien. Cuando estuve tras el
apoye mi mano en su espalda, y cuando se giro, no podía quitar los ojos de él,
me agarro de la cintura para fundirse conmigo en un beso que nos alejo del
mundo. Nunca supe, porque se marcho, ni
como volvió a mi, solo se que se quedo en mi vida volviéndola una gran aventura
diaria llena de amor y pasión.